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Patrimonio Cultural

Los siete Lugares que hoy conforman el municipio provienen de dos realidades históricas diferenciadas: Por una parte, El Bosque y Puente Agüero, históricamente con jurisdicción propia, y por otra los lugares de Entrambasaguas, Hornedo, Hoznayo, Navajeda y Santa Marina.

El Patrimonio Cultural de Entrambasaguas, destaca por su indudable riqueza e interés social, económico y cultural.

La ocupación humana en el territorio del actual municipio se documenta desde el Paleolítico Medio.

En la Edad del Hierro, la presencia de este mineral estimuló el asentamiento en pequeños poblados en el monte Vizmaya. El conjunto castreño del monte Vizmaya ocupa unas tres hectáreas y conserva partes visibles de su muralla.

El conjunto de casonas, palacios y portaladas de los siglos XVII y XVIII son el buque insignia del patrimonio de Entrambasaguas. Dos palacios han sido declarados Bienes de Interés Cultural con la categoría de Monumento Histórico, el Palacio de Acebedo de Hoznayo (1979) y el Palacio de Fernández de Velasco (1984) de Entrambasaguas.

El Palacio de Acebedo de Hoznayo constituye la obra cumbre del Renacimiento en Cantabria, por ser uno de los mejores palacios de la región, por la calidad de su arquitectura y de su escultura y por la relevancia de los personajes con él relacionados. Su promotor fue el clérigo Fernando de Acebedo (1569-1630), que entre otros cargos ostentó el de Capellán Real de Felipe II, fiscal y consejero dela Inquisición, obispo de Osma, Arzobispo de Burgos, Presidente del Consejo de Castilla y miembro del Consejo de Estado. La fachada principal, entre dos torres, desarrolla un esquema muy moderno dentro de la arquitectura civil del clasicismo.

En el año 2007 se incluyeron en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria, Las portaladas ubicadas en el término municipal: la de Carasa Arredondo y la del barrio de Sierra, ambas en Hoznayo; las de Pezuela, Ocina y Arenas en Entrambasaguas; la del palacio de Navajeda y la del barrio de Tigu(n)dín en Hornedo.

Dentro del conjunto de portaladas la de Carasa-Arredondo de Hoznayo (hacia 1680) destaca por su arquitectura y su heráldica como uno de los ejemplos más notables del arte de la cantería en Entrambasaguas. Al igual que la de la casa de San Martín Ocina, un caso completamente singular en el conjunto de las portaladas de Cantabria por su temprana introducción del barroco en este tipo de obras.

Las actividades económicas que se han venido desarrollando históricamente definen buena parte del patrimonio de Entrambasaguas, relacionándose directamente con los ríos que atraviesan el municipio. El Balneario de la Fuente del Francés, el conjunto de molinos y la Fábricade productos dietéticos Max tienen su razón de ser en las aguas del río Aguanaz mientras que el lugar de Puente Agüero debe su origen al río Miera.

La Fuente del Francés fue declarada Bien Inventariado en el Inventario General del Patrimonio Cultural de Cantabria en el año 2001. El Balneario comenzó a funcionar a finales de la década de 1870. En un entorno idílico de bosque se construyeron el Hotel Suizo, el Fondín yla Casa de Baños. En 1891 se informaba de en el balneario brotaban cuatro manantiales a 23º centígrados de temperatura, de aguas cloruro-sódicas, bicarbonatadas, alcalinas nitrogenadas, que reciben el nombre dela Virgen de los Remedios, de Santa Lucía, dela Gruta y de San Roque respectivamente. Desafortunadamente la decadencia del balneario comenzó en la década de 1890. Actualmente se encuentra en buen estado de conservación el molino del Trancar, uno de los dos molinos que formaban parte del conjunto deLa Fuente del Francés.

Otro molino, el de La Tejera, fue incluido como Bien Inventariado en el Inventario General del Patrimonio de Cantabria por resolución dela Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, publicada en el Boletín Oficial de Cantabria el 26 de febrero del año 2003.

El alto número de molinos que históricamente ha existido en el territorio del actual municipio, y su intensa significación social, tienen su reflejo en su incorporación al escudo oficial de Entrambasaguas, donde figuran tres ruedas de moler.

El río Aguanaz, y en menor medida el río Miera, acogen estos molinos. La documentación histórica señala que el caudal de estos ríos era en general suficiente para mantenerlos en actividad cuando, en épocas de sequía, los molinos de otros lugares cercanos se hallaban parados; de ahí que acudieran a ellos desde otras localidades. Son molinos de pequeño tamaño, de una, dos o tres ruedas; y mientras algunos eran propiedad de los concejos, otros eran privados, procediéndose a vender días de molino a quien quisiera utilizarlos en determinados momentos. En total, hemos documentado veintitrés molinos a lo largo de la historia.

En Entrambasaguas, en el barrio de San Antonio, hay un excepcional ejemplo de arquitectura industrial, la fábrica de productos dietéticos Max. El edificio fue construido en la década de 1930, en estilo racionalista, y ha sido reconvertido en centro de educación medioambiental. Maximilian Feinstein Berlowitz (1882) fue un farmacéutico alemán formado enla Universidadde Würzburg, que se estableció, con gran éxito, en España. En 1935, el Ministerio de Industria y Comercio le pidió que construyera una fábrica para la producción de leche en polvo, dado que en ese momento España necesitaba importarla. Max Berlowitz eligió Entrambasaguas para situar su nueva fábrica, pues aquí existía una cabaña ganadera, con buenos pastos y las aguas del río Aguanaz eran de gran  pureza y gozaban de la temperatura adecuada.

El puente de Puente Agüero sobre el río Miera tiene su origen enla   EdadMedia, aunque su estado actual es obra de 1737 (restaurado en 2001). Fue un centro clave de las comunicaciones Este-Oeste. La importancia histórica del puente se refleja en la toponimia del lugar.

El patrimonio religioso está formado por seis iglesias parroquiales, la capilla de San Antonio, la de San Miguel de Elechino (ambas en Entrambasaguas) el santuario de Nuestra Señora de los Llanos de Navajeda, el humilladero de Entrambasaguas y dos cruceros.

La pila bautismal de la parroquia de Hoznayo es una pieza de excelente calidad románica del siglo XII, relacionada sobre todo con la de Santa María de Puerto (Santoña), de cuyo monasterio dependía en esa época.

En la iglesia parroquial de Santa Marina, la capilla abierta en el lado del Evangelio pertenece al siglo XIV. Presenta una bóveda de crucería con estructura cupuliforme sobre pilares de un tipo muy arcaico, de planta cruciforme, con semicolumnas en los frentes y en los ángulos, típico del siglo XIII, que siguió usándose en el XIV. El resto de la obra pertenece a los siglos XVI y XVII.

La ermita de San Miguel en Elechino es un edificio de hacia 1500, quizá con restos románicos, restaurado hacia 1615. Esta restauración incluía la construcción del retablo, cuyo estilo se relaciona con Rodrigo de los Corrales en su arquitectura y con Juan de Palacio Arredondo en la escultura de las imágenes de María y San Juan, romanistas, que flanquean el Cristo (hacia 1500) de excelente calidad.

La iglesia de San Juan de El Bosque  se alza aisladamente sobre un altozano en el barrio de La Iglesia. Constituye una importante manifestación del arte de la cantería en  Trasmiera entre los siglos XV y XVII, incorporando soluciones de alto valor arquitectónico. La investigación documental ha permitido desentrañar en detalle el proceso de construcción  de la iglesia por canteros trasmeranos, lo que lleva a considerarla no como un monumento secundario sino como un episodio relevante de la arquitectura religiosa de Cantabria. La capilla mayor de la iglesia es una obra gótica de fines del siglo XV o principios del XVI.

La iglesia parroquial de Nuestra señora de La Asunción de Hoznayo, denominada antiguamente Nuestra señora del Acebal, presenta una cabecera gótica de la primera mitad del siglo XVI, las tres naves debieron construirse a mediados del mismo siglo. El retablo mayor de la iglesia se atribuye en su arquitectura al maestro ensamblador Rodrigo de los Corrales, y en su escultura a Juan de Pobes (hacia 1620 -1630).

El retablo Mayor de San Vicente de Entrambasaguas es un retablo tardobarroco, tetrástilo, de orden compuesto.

La iglesia parroquial de San Mamés de Navajeda es una iglesia columnaria de planta de salón, con las tres naves a la misma altura (siglos XVI-XVII). La obra de su magnífico retablo mayor fue contratada en 1664 por el maestro de carpintería de ensamblaje, Juan Martínez de Cantillera, natural de Navajeda. De esta misma cronología es la iglesia parroquial de Entrambasaguas.

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