La venta de algunos productos como las castañas, las nueces, las frutas y las verduras y quesos de la provincia (pasiego, lebaniego) ha permanecido invariable en el tiempo. Sin embargo, otros como los puestos de telas y el ganado menor (gallinas, gallos, pollos, cerdos) han reducido su presencia hasta desaparecer por completo del mercado. Típico de la feria de San Lucas son los productos típicamente otoñales como las castañas, las avellanas, los higos y las nueces. También las uvas, las rosquillas, las ristras de ajo y los calcetines. Por último, no podían faltar en una feria típicamente caballar, al igual que en la de San Mateo (Reinosa), los puestos de venta de artículos equinos (collarines, cabezadas, etc).
Duración
Las ferias y fiestas de San Lucas solían tener una duración de tres días, siendo habitual que correspondieran con los días 18, 19 y 20 de octubre. En el siglo XVIII la feria de ganados duraba de tres a cuatro días, perdurando, al menos, hasta mediados del siglo XIX. Entre finales del siglo XIX y principios del XX se redujo a dos días y, con el paso de los años, se fue configurando el 19 como el día oficial de la feria de ganados. En el día anterior, normalmente, se solían realizar los preparativos de los festejos y tenían lugar los actos litúrgicos y lúdicos. Asimismo, una prolongación de esta feria anual era la “feriuca”, de ganado caballar, celebrada el primer jueves del mes de noviembre.